LEYRE IGLESIAS / Erandio (Vizcaya) / El Mundo
La fotografía de ambos y su mensaje común, el de supervisar con el máximo detalle la estrategia de Bildu, cerraba desde primera hora de la mañana el delicado triángulo informativo de ayer. Horas antes de que, en Madrid, las víctimas se manifestaran en contra de que ETA acceda a las instituciones, y de que, en San Sebastián, Bildu hiciese públicos a sus principales candidatos para el 22 de mayo -una previsión que finalmente se retrasó-, los Ejecutivos central y vasco dejaban claro que las Fuerzas de Seguridad del Estado y la Ertzaintza se esforzarán de forma «coordinada y simultánea» para «impedir que nadie pueda burlar la ley».
Rubalcaba aseguró que los tribunales necesitan disponer de «toda la información» y «la más completa posible» sobre esas listas. La aportación de la Policía autonómica resulta especialmente necesaria debido a su mejor conocimiento de la realidad de los pueblos del País Vasco. Y es que, si el análisis que hizo el Tribunal Supremo sobre Sortu se basaba principalmente en sus estatutos, la lupa que debe colocarse sobre Bildu requiere de un estudio, uno por uno, de los candidatos supuestamente independientes que la izquierda abertzale pueda sumar a los candidatos limpios de EA y Alternatiba, dos partidos plenamente legales.
«Por decírselo gráficamente, hace una semana dije que íbamos a mirar las listas con lupa. Hoy lo que hemos hecho es ponerle otra lupa; vamos a poner dos lupas, que van a trabajar coordinada y simultáneamente», advirtió el vicepresidente.
En el encuentro, que duró algo más de una hora, estuvieron presentes también el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho; el viceconsejero de Seguridad, Rafael Iturriaga, y el delegado del Gobierno, Mikel Cabieces. Tanto Rubalcaba como Ares insistieron en que ETA no ha desaparecido y que, por tanto, las fuerzas policiales no pueden relajarse. «Es cierto», dijo el vicepresidente, «que la kale borroka está en mínimos históricos, que las cartas de extorsión ya no se envían, que la operatividad de ETA está bajo mínimos y que en las calles de Euskadi la buena acción del Gobierno vasco ha eliminado los símbolos que podían hacer daño a víctimas y ciudadanos; pero ETA no ha cerrado la puerta definitivamente y nosotros, por supuesto, tampoco».
Ambos se mostraron también cómplices y esquivos cuando se les preguntó acerca de la postura del PSE sobre Sortu, después de que José Antonio Pastor se mostrara más partidario de los siete magistrados del Supremo críticos con la ilegalización del partido. Ares salió en defensa de Rubalcaba para rehacer las palabras de Pastor: «Los socialistas vascos y también el Gobierno vasco lo que hacemos es manifestar, con toda claridad, que ésa es una cuestión que tiene que resolver la Justicia, y nosotros nos hemos comprometido a que, sea cual sea la decisión de los tribunales, la acataremos».
Una lupa, que manejarán a su antojo por supuesto, ya que los más interesados en que salgan, son ellos.
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