sábado, 12 de febrero de 2011

Pepiño Blanco o la irreverencia de un gañán en la catedral de Santiago



Alerta Digital

Ofrecemos por vez primera la fotografía del ministro de Fomento, José Blanco, en la catedral de Santiago el pasado 31 de diciembre, con motivo de los actos del Xacobeo. Su postura irrespetuosa y su atención al teléfono móvil más que a las palabras del oferente nos ofrece la viva imagen de un gañán convertido en ministro gracias a una de esas truculencias zapateriles que hacen de España el reino del bululú y el fulanismo.

Habituado a las actitudes tabernarias que le confirió su anterior vida de bachiller, alguien tendría que recordarle a Blanco que el estilo estrafalario no encaja ni mucho ni poco en la solemnidad de un templo católico de la significación del de Santiago. Habría que reconvenir a Blanco sobre su gesto intemperante, más propio de un macarra que el del titular de un Ministerio, aunque ese cargo ministerial se cotice tan bajo como en la España de Zapatero.

Estas son las normas elementales de urbanidad en un acto público, sobre todo si tiene como escenario una Iglesia:

1.-Guardar la compostura

2.-No desabrocharse la chaqueta

3.-No cruzar las piernas

* Menos aún cruzar las piernas apoyando el tobillo sobre la rodilla

4.-Apagar el telefono movil

5.-No usarlo

6.-Prestar atencion a lo que dice el oficiante (o que al menos lo parezca)

Como se ve, Pepiño Blanco no ha sido llamado por los caminos del protocolo ni del respeto a otra confesión que no sea la islámica. En la fotografía acaso reconozca Pepiño al irreverente que lleva dentro. Y nosotros al gañán que tenemos por ministro.

1 comentario:

  1. Estará descansando, después de tanto trajín con la alarma de los controladores. Vaya fichaje.

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