OLGA R. SANMARTÍN / Madrid/ El Mundo
Sin embargo, y en contra de todo pronóstico, la crisis no ha ha hecho crecer el recelo hacia los llegados de fuera. Más bien ha sido al contrario: de un año para otro son menos los que perciben como un problema el fenómeno migratorio. La mayoría está convencida de que los extranjeros no les están quitando sus puestos de trabajo.
Éstas son algunas de las conclusiones de la macroencuesta Transatlantic Trends: Inmigration 2010 que, de forma anual, la German Marshall Fund of the United States realiza en ocho países (en España lo hace en colaboración con la Fundación BBVA). El estudio, que se hizo público ayer, afirma que España es uno de los lugares «más críticos» con el fenómeno migratorio, junto a Italia y EEUU (aunque no tanto como el implacable Reino Unido).
LA CONVIVENCIA. «España es el único país europeo que piensa que los inmigrantes se están integrando bien», hacía notar ayer Chelo Perera, del Departamento de Estudios Sociales y Opinión Pública de la Fundación BBVA y responsable de la parte española del informe. El 54% de los encuestados cree que se están adaptando correctamente a las costumbres españolas, frente a un 40% que dice que no. Pero, cuando se deja de hablar de inmigración en general y se les pregunta por los musulmanes, la cosa cambia: el 70% de los consultados sostiene que los extranjeros de esta religión se están integrando mal en la sociedad, frente a sólo un 21% que afirma que conviven con normalidad con los españoles. De los ocho países consultados, el nuestro es el que tiene percepciones más negativas en relación a este grupo, por el que se pregunta, por primera vez, en esta encuesta. Los entrevistados ven con buenos ojos a los niños y adolescentes inmigrantes (el 78% los considera integrados), pero no tanto a los jóvenes musulmanes: sólo el 42% los ve adaptados.
EL MERCADO LABORAL. A los encargados del estudio les ha sorprendido que, «a pesar de la crisis, no haya habido un empeoramiento de las percepciones sobre la inmigración». Así, el 53% sigue considerando este fenómeno como «un problema», pero el año anterior lo veía de esta forma el 58% de los entrevistados. Además, seis de cada 10 encuestados piensan que los inmigrantes no les están quitando sus puestos de trabajo, bastantes más de los que lo expresaban en 2009. Un 52% opina que los extranjeros hacen que bajen los salarios, mientras que el 62% realizaba esta afirmación en la edición anterior del informe. Y cada vez son más los que piensan que los inmigrantes ayudan a crear empleo abriendo negocios en España. «En general, los españoles parecen ser conscientes de que la crisis también ha afectado a los inmigrantes», explica Perera. O sea, que comprenden que también lo están pasando mal y no se ensañan con ellos. «Eso no ocurre en otros países tanto como en España», añade. En EEUU, por ejemplo, el 63% de aquellos cuya situación financiera empeoró durante 2010 ve en los inmigrantes una amenaza laboral.
LA SEGURIDAD. El 70% manifiesta que los inmigrantes que se encuentran en situación irregular «aumentan la delincuencia en nuestra sociedad». Esto lo cree también el 61% de la media europea. Los porcentajes bajan respecto a los inmigrantes que tienen los papeles en regla: el 29% de los españoles (y el 42% de los europeos) los asocia con la inseguridad ciudadana. El estudio destaca la existencia de «una visión completamente diferenciada de la inmigración legal e ilegal». La mayoría de los españoles cree, erróneamente, que casi todos los inmigrantes pertenecen al segundo grupo. Para ellos también, los sin papeles deben ser expulsados.
LA SANIDAD Y LA EDUCACIÓN. España es el país de la UE en el que más personas piensan que los inmigrantes abusan de los servicios sociales. El 67% dice que se benefician más de los servicios públicos de lo que contribuyen en impuestos. Sólo EEUU iguala a España en este porcentaje. El 70% dice, por otro lado, que los sin papeles son «una carga» para la sanidad, la educación y los servicios sociales. Eso sí, la mayoría apoya que tanto los documentados como los indocumentados tengan acceso a la sanidad gratuita, pero es partidaria de que sólo los que llegaron por las vías legales puedan disfrutar de la educación pública.
EL VOTO. El 60% de los españoles respalda que los inmigrantes puedan votar en las elecciones municipales. De hecho, aquí es donde se respalda con más entusiasmo esta iniciativa (que no se apoya tanto en Reino Unido, EEUU o Canadá).
Aqui se integran para lo que les interesa, ganar dinero. Pero ellos siguen con sus historias, su religión y sus ideas etc.., y si tocan diana un día, nos pasan a degüello a todos.
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