Si ETA está preparada, que lo deje; no vamos a cambiar la política antiterrorista"

IKER RIOJA / MIGUEL M. ARIZTEGI Vitoria / Lejona/ El Mundo

El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior añadió ayer Euskadi al listado de lugares que visita dentro de su gira como virtual número uno del Gobierno. Una intensa jornada aderezada por las palabras de Arnaldo Otegi publicadas por TheWall Street Journal. Alfredo Pérez Rubalcaba no necesitó ni leer el texto en profundidad -«solo los titulares»- para contestar al líder abertzale encarcelado: después de aclarar que ni ésa ni ninguna entrevista había sido autorizada por Interior, afirmó que «si ETA está preparada para dejarlo, que lo deje», porque el Gobierno «no va a cambiar una coma de la política antiterrorista».

La visita le sirvió a Rubalcaba para estrechar vínculos con el empresariado vasco en un almuerzo, y también para reunirse con el lehendakari, Patxi López -que se desplazó de Vitoria a Bilbao para la reunión-, y su homólogo vasco, Rodolfo Ares, con los que departió sobre coordinación antiterrorista y economía, principalmente.

El mismo vicepresidente afirmó sentirse «muy satisfecho» por la marcha de la coordinación antiterrorista entre los dos ejecutivos, la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza, con cuyos mandos también se reunió. Aunque puso «todas las cautelas» por delante, aseguró que se está «empezando a recorrer el principio del fin de ETA» y reclamó una vez más «firmeza y unidad» contra la banda terrorista. Con todo, reconoció que «pasan cosas» entre la izquierda abertzale y ETA.

Aunque el tema «no salió» en su almuerzo con los empresarios, advirtió de que el Gobierno «no tiene constancia» de que se haya acabado el «mal llamado impuesto revolucionario» y afirmó que los ejecutivos central y vasco realizan un «análisis compartido» de la lucha antiterrorista, pues ambos están «firmemente decididos a acabar con ETA». Fuentes del empresariado confirmaron que también apoyaron al Gobierno en su intención de mantener una exigencia «alta» respecto a ETA.

En las reuniones, ambos gobiernos acordaron aumentar la cooperación en la lucha contra el terrorismo islamista al mismo nivel que contra ETA, y decidieron cruzar las bases de datos de mujeres amenazadas por la violencia de género.

Las breves reflexiones aportadas en un escrito por Otegi desde la cárcel de Logroño y recogidas en estilo indirecto por TheWall Street Journal acompañaron a Rubalcaba durante toda su visita. En ellas se anuncia que ETA «está preparada para abandonar la violencia y perseguir una estrategia pacífica para crear un Estado vasco independiente».

El dirigente de la izquierda abertzale añade que se aproximan acontecimientos en próximas fechas, los cuales, a su juicio, obligarán al Gobierno a mover ficha. Termina su breve escrito reafirmando el «irreversible» compromiso de todo el brazo político del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV) de no amparar el uso de la violencia con fines políticos, asegurando que están dispuestos a aportar cuantas «garantías» sean necesarias para demostrar que esa apuesta es «firme».

Rubalcaba se aburrió de decir que no aprecia nada nuevo en estas manifestaciones de Otegi. Entrevistado ayer en Radio Euskadi con motivo de su viaje a Bilbao, entiende que el dirigente de Batasuna y otros correligionarios ya han empleado «expresiones semejantes» en otras intervenciones públicas, por lo que les reclamó que pasen «de la fase declarativa» a la de los hechos.

«Lo que estamos esperando es que ETA declare su fin. Mientras tanto, ese juego de declaraciones merece silencio prudente», remachó Rubalcaba, que recordó que un ramillete de buenas intenciones no basta para poner fin a «décadas de hechos tremendos» que nunca se han condenado desde la ahora ilegal izquierda abertzale.

Tampoco al Gobierno vasco le suscitan optimismo las valoraciones de Otegi. Su portavoz, Idoia Mendia, recalcó que lo publicado «no aporta nada» para resolver la encrucijada política que vive el País Vasco.

En la misma línea se pronunció el PNV. Para la formación nacionalista, los dirigentes de Batasuna tratan de «cubrir el silencio de ETA con declaraciones» que no añaden «ningún dato nuevo» a lo que ya se conocía. Mucho más duro fue el PP, que abogó por evitar que la prensa internacional se haga eco de la «palabrería» de un «portavoz de ETA».

El nuevo socio de la izquierda abertzale, EA, sí que ve positivas las apariciones de este tipo porque, según Pello Urizar, pueden «ayudar al proceso». El presidente de EA también sugirió que Otegi sería mucho más útil en libertad.