BEGOÑA P. RAMÍREZ / Madrid/ El Mundo
Fernández Toxo subrayó que retrasar dos años la jubilación de forma general y obligatoria es «la frontera entre el conflicto y la paz social». Y recordó al Ejecutivo que esa «ofrenda» que está haciendo a los mercados financieros ni es una demanda «compartida por la sociedad española» ni cuenta con apoyo político. El dirigente sindical se refería al rechazo que ese punto de la reforma de las pensiones ha suscitado en la Comisión del Pacto de Toledo. Ningún partido apoya la jubilación obligatoria a los 67 años y así lo han hecho constar por escrito en las recomendaciones que está elaborando la comisión parlamentaria.
La manifestación de Madrid reunió a unas 15.000 personas, según la Policía Nacional, y a 5.199, según el cálculo efectuado por la empresa Lynce para la agencia Efe. Las llamadas a la huelga general entre los participantes fueron constantes a lo largo del recorrido. Una vez en la Puerta del Sol, donde se había instalado la tribuna para los oradores, y cuando Fernández Toxo se disponía a hablar, volvieron a arreciar los gritos a favor de una segunda huelga general. «Todo llegará», fue su respuesta.
Tras resaltar que desde la primera, el 29 de septiembre, han aumentado las razones para movilizarse por los sucesivos recortes adoptados por el Gobierno, el responsable de CCOO recordó el cambio de titular en el Ministerio de Trabajo. «Hemos estado esperando a ver si llegaba el ministro, pero no ha venido. Está en otro lado...», ironizó Fernández Toxo sobre Valeriano Gómez, quien sí había acudido a la manifestación del 29-S contra la reforma laboral cuando aún no sabía que iba a ser suyo el cargo.
Las críticas a José Luis Rodríguez Zapatero no sólo llenaron buena parte de las pancartas, sino también los discursos. El secretario general de UGT, Cándido Méndez, acusó al Gobierno de dar un «giro bochornoso» a sus políticas económicas y sociales el pasado mes de mayo, cuando decidió el primer plan de ajuste. Y de arruinar ahora el consenso del Pacto de Toledo y «tirar por la borda definitivamente» el diálogo social. De hecho, no hay ninguna reunión convocada para las próximas semanas entre Trabajo y los agentes sociales, que tienen pendiente negociar la reforma de las políticas activas de empleo y de las agencias privadas de colocación.
Pero los sindicatos esta vez fueron más allá y no tuvieron empacho en advertir al Gobierno de las consecuencias electorales de sus «regalos» a los mercados internacionales». ¿Alguien se extraña de lo que dicen las últimas encuestas?», se preguntó Toxo, «luego dirán que los sindicatos han traído a la derecha, cuando es la izquierda la que se está suicidando con sus políticas», aseguró. Méndez arrancó aplausos cuando dijo que el Gobierno le está poniendo una «mullida alfombra azul a la llegada de la derecha al poder» y contrapuso la animación del electorado de derechas a la decepción de los votantes de izquierda, «que se quedarán en casa porque se sienten abandonados».
Entre los miles de asistentes a la manifestación no había ninguna duda sobre la necesidad de una nueva huelga general. Ni entre los despedidos de las multinacionales UPS y Thales, que sumaron su protesta a la convocatoria, ni para quien como el ugetista Antonio pedía una movilización contundente «contra toda la clase política». «Hay causas más que suficientes [para otra huelga general]», decía otro compañero del sindicato, «porque el aumento de la edad de jubilación no sólo es innecesario, sino también un engaño a todos los españoles».
Los sindicatos correa de transmisión del gobierno, ahora sicen que van a hacer otra huelga general, por esa regla de tres, habrá que activar de nuevo el estado de alarma???, o no será necesario...
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