viernes, 17 de diciembre de 2010

La investigación apunta a una negligencia en la custodia del bidón radiactivo


La Policía y el Govern investigan cómo salió el recipiente del circuito hospitalario - El envase había contenido yodo 131, utilizado como tratamiento para él cáncer de tiroides

Diario de Mallorca.es





El recipiente para material radiactivo, antes de ser analizado.
El recipiente para material radiactivo, antes de ser analizado. m.o.i.
MULTIMEDIA
MARCOS OLLÉS PALMA Las investigaciones llevadas a cabo por el Govern y la Policía sobre el origen del bidón para material radiactivo abandonado en el centro médico del Coll den Rabassa apuntan a una negligencia en la custodia del envase. El recipiente había contenido yodo 131, un isótopo cuya peligrosidad se extiende durante unos ocho días, que es utilizado para tratar el cáncer de tiroides y solo debe ser administrado en hospitales bajo un estricto control. La conselleria de Energía ha abierto diligencias para aclarar en qué punto de la cadena de custodia se produjo el error. El bidón, ya inofensivo, fue trasladado a Son Dureta para que siga el curso habitual de los residuos nucleares.
El director general de Energía del Govern, Josep Maria Rigo, explicó ayer a este diario que el incidente se debió a una "mala praxis en la cadena de custodia" del envase. "No tiene por qué ser una negligencia médica" aseguró Rigo, quien apuntó que el recipiente podría haber sido obtenido también en el lugar donde se almacenan para su tratamiento como residuo.
Las mediciones llevadas a cabo por el inspector de seguridad nuclear desvelaron que el recipiente había contenido isótopos radiactivos de yodo 131, que su administra en tratamientos para el cáncer de tiroides, pero que su nivel de actividad era ya inofensivo. Este material mantiene su vida radiactiva durante unos 8 días, a partir de los cuales empieza a desintegrarse, según explicó el director general de Energía.

Cadena de custodia
"Nuestra prioridad ahora es descubrir dónde se rompió la cadena de custodia para evitar que un incidente como este se repita", señaló Rigo, que añadió que tanto la conselleria de Comercio, Industria y Energía como la Policía Nacional tratan de aclarar quién abandonó el recipiente y cómo llegó a su poder. Una mujer aún sin identificar llevó el bidón al PAC del Coll den Rabassa el lunes por la tarde, lo dejó en un mostrador y explicó que se lo había dejado una vecina antes de irse de vacaciones. La desconocida se marchó y no fue hasta unas horas después cuando se detectó que el envase que había abandonado podía ser radiactivo.
"Este tipo de materiales solo pueden administrarse en centros hospitalarios y, algunas veces, el paciente es aislado un tiempo tras recibir la dosis porque el propio enfermo se convierte entonces en una fuente de radiación", aseguró Rigo, quien señaló que "en ningún caso" se entrega este material a los pacientes para que se lo lleven a casa. "Es muy extraño que alguien lo tuviera en su domicilio. Esto no quiere decir que un médico se lo entregara, sino que pudo obtenerlo cuando se trataba ya como un residuo", sentenció.
El hallazgo del envase movilizó el martes por la mañana a efectivos de los Bombers de Palma, la Policía Nacional y las conselleries de Interior y Energía, que se desplazaron al centro médico del Coll den Rabassa. Finalmente, tanto los TEDAX como el inspector de seguridad nuclear descartaron que el bidón fuera peligroso. El envase ha sido trasladado ya Son Dureta para que sea tratado como residuo nuclear. Estaba previsto que una empresa especializada en la gestión de desechos nucleares se hiciera cargó del recipiente en los próximos días

1 comentario:

  1. Pues nada, la cosa quedó como otra anécdota más, y eso es una falsa alarma, aunque siempre hay alguien que lo apunta como incidencia NRBQ, por aquello de los palotes...

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