PEDRO BLASCO
San Lorenzo del Escorial (Madrid)
La medida no tiene precedentes en los últimos años, sobre todo viniendo de los sacerdotes benedictinos, cuyas actividades se centran especialmente en sus conventos. La escolanía del Valle de los Caídos, una de las más conocidas de España, participó también en la ceremonia y entonó sus cánticos junto al improvisado altar.
El Gobierno, alegando medidas de seguridad, no permite desde hace algunas semanas el paso para escuchar la misa a la que suelen acudir normalmente varias decenas de fieles.
El sábado se presentó una treintena personas a la puerta para acceder a la basílica, pero un dispositivo de la Guardia Civil les impidió el paso, mientras se autorizaba el de dos autobuses, uno de turistas chinos y otro de franceses.
Ayer, la Guardia Civil tampoco dejó pasar. Los católicos llevaron una notaria que levantó acta de que esas personas no podían ir a misa. Un grupo de ciudadanos presentará una querella criminal contra el Gobierno por impedirles el paso a un recinto religioso.
El sábado fue la citada treintena, pero internet funcionó mucho por la tarde, y ayer acudieron unas 200 personas a misa. Sin embargo, tampoco fueron autorizadas por la Guardia Civil a pasar a la iglesia.
Ante esta circunstancia, la comunidad de los benedictinos, que son los administradores del recinto sagrado, bajó desde su convento y una docena e ellos concelebró la misa en un lado de la carretera.
El padre prior informó a los presentes, antes de la ceremonia, de las circunstancias que les habían obligado a bajar a prácticamente toda la congregación y pidió perdón por las condiciones en las que se iba a celebrar la eucaristía. «La situación», añadió, «es extraordinaria, porque no es posible celebrarla en la basílica para los fieles».
Hasta la fecha, y a pesar de que el enfrentamiento entre el Gobierno y los benedictinos dura ya un año, los sacerdotes no habían tomado ninguna medida. Sin embargo, salir a la calle a celebrar la misa ha sido la única alternativa que les han dejado, según dijo uno de los fieles que colabora con los sacerdotes.
«Les están vejando y humillando desde hace un año y esta medida ha sido una respuesta necesaria para hacer valer la libertad religiosa que ampara la Constitución Española», añadió una de las personas que colabora con los sacerdotes.
Los religiosos no quisieron hacer la ceremonia en las puertas de entrada para evitar que alguien crea que quieren politizar su única reivindicación: ofrecer la misa a los fieles que acudían hasta la fecha. La celebración tuvo lugar en un pequeño pinar junto a una cuneta de la carretera que une Guadarrama con El Escorial, muy cerca de la puerta pero sin interrumpir el tráfico.
El grupo que colabora mantendrá su reivindicación hasta que puedan acceder a la basílica, pues sostiene que sólo la autoridad eclesiástica puede impedir el paso y no la Guardia Civil. Los católicos insisten en que no quieren ninguna politización de la cuestión. Tienen el apoyo de la Iglesia española, que el sábado, mientras sus máximos mandatarios estaban en Santiago con el Papa, mantuvo una conversación telefónica de apoyo con los fieles.
Un discreto dispositivo de la Guardia Civil estuvo en todo momento «protegiendo» la puerta para que los católicos no entraran al Valle de los Caídos.
Esta es la libertad que impone el progresista zp, vaya tela, por pecador le castigará el Señor.
ResponderEliminar