LA ENTREVISTA DE ESTHER ESTEBAN
IÑIGO URKULLU
Respuesta.- No sé los datos que maneja el presidente Zapatero, pero en el PSOE y en el Gobierno hay una estrategia de palo y zanahoria que provoca revuelo y confusión. Parece que ahora ha habido un alineamiento con la posición de firmeza frente a Batasuna, aunque yo diferencio lo que el Gobierno puede decir en relación a ETA y la izquierda abertzale.
P.- ¿No es lo mismo ETA que Batasuna?
R.- No. Yo siempre he dicho que no es lo mismo Batasuna, legalizada o ilegalizada, que ETA. Pero evidentemente también reclamo que, si Batasuna quiere hacer política, tiene que dar los pasos.
P.- ¿Usted encontró al presidente dispuesto a tender la mano a Batasuna en sus negociaciones de los presupuestos?
R.- Evidentemente, en esas conversaciones hablamos no solamente de Presupuestos Generales del Estado, sino de la configuración institucional, de lo que es la representación de la mayoría social vasca, y de lo que pueda ser la exclusión de Batasuna como consecuencia de una aplicación arbitraria de la Ley de Partidos Políticos. Se planteó también la falta de fortaleza de Batasuna frente a ETA a la hora de dar los pasos para participar solamente en política.
P.- Vamos, que lo de menos fue el apoyo del PNV a los presupuestos, porque el tema de ETA pasó a primer plano…
R.- No. No es cierto, como se está diciendo, que estuviéramos hablando sólo de pacificación aprovechando la negociación presupuestaria. El primer motivo del encuentro fue la necesidad de dar los pasos necesarios para una recuperación económica, y como consecuencia de todo ello nosotros planteamos también un desarrollo del autogobierno en Euskadi. Evidentemente, se planteó la posibilidad de agotar la legislatura y de que, en este tiempo, habrá elecciones municipales y forales, por lo que era necesario contemplar si Batasuna podrá estar o no presente.
P.- ¿Y usted cree que la izquierda abertzale va a cortar el cordón umbilical con ETA?
R.- No quiero tener falsas ilusiones. Entiendo que en el mundo de la autodenominada izquierda abertzale hay una mayoría que quiere hacer política y solamente política, pero eso no significa que vaya a haber una disociación con el mundo del terror. Aun reconociendo que se pueden estar dando pasos, soy escéptico, porque de la noche a la mañana no se da carpetazo a una cultura de 50 años.
P.- En resumen, que el ministro José Blanco se equivoca cuando dice que estamos a un paso del final de ETA.
R.- A mí me gustaría que el final de ETA fuera hoy mejor que mañana, pero 50 años de existencia, sin nada que ofrecer como logro más que destrucción, sangre, víctimas y sufrimiento, no se cierran así como así de hoy para mañana. Sobre lo dicho por Blanco, yo abogo por la discreción. No creo que ayude en nada que en el PSOE cada uno diga una cosa diferente. Eso es un juego a doble baraja para que, pase lo que pase, alguno acierte.
P.- Si ETA anuncia su final, ¿podría ser la tabla de salvación para Zapatero, que está en sus máximos niveles de descrédito?
R.- Me parecería un error plantearlo así, como si fuese un conejo que se pretendiera sacar de la chistera en un momento de debilidad. Zapatero se equivocará gravemente si fía su futuro político al final de ETA.
P.- ¿Cree que Batasuna se podrá presentar a las elecciones sola o agazapada, a pesar del cambio de la ley electoral?
R.- Yo creo que la izquierda abertzale puede y va a estar en las elecciones municipales, forales y al Parlamento navarro. ¿En qué formato? No lo sé. Por eso hay la sospecha, más que fundada, de que estemos asistiendo ya al juego que hemos conocido en ocasiones anteriores. Vamos a asistir probablemente a un tiempo de juego, de enredo, de que quiero estar en las elecciones con una formación propia para lo cual es necesaria mi legalización y, si no, voy a jugar con el tema de las plataformas o podré asistir a las elecciones con otras siglas de otras formaciones legales.
P.- ¡Menuda jugada la suya! Apoya a Zapatero en Madrid y deja a Patxi López a los pies de los caballos, presentándose usted como el gran conseguidor de transferencias para Euskadi. ¿Cuál ha sido el precio?
R.- Yo esto no lo plantearía como un precio. La condición para que el PNV no apoyara enmiendas a la totalidad en los Presupuestos presentados por otros grupos fue que pudiéramos avanzar en el cumplimiento de autogobierno, y lo hemos conseguido, cosa que no ha hecho el lehendakari López. Es evidente.
P.- ¿A cambio de romper la caja única de la Seguridad Social, con esos 472 millones para las políticas de empleo?
R.- Con el cumplimiento del Estatuto de Autonomía sobre las transferencias de las políticas activas de empleo no hay ruptura de la caja única de la Seguridad Social en modo alguno. Se mire por donde se mire, la caja única no se rompe.
P.- Pero sí le dan a Zapatero un cheque en blanco para que acabe la actual legislatura...
R.- A Zapatero el PNV no le da ningún cheque en blanco. Los presupuestos del 2011, si es que se debaten, serán sobre el ejercicio del 2012, y no sabemos en qué circunstancias socioeconómicas o políticas se harán. El apoyo del PNV a Zapatero ha sido puntual.
P.- Una curiosidad: ¿Patxi López ha pintado algo en esa negociación con ustedes?
R.- Yo, personalmente, desconozco qué papel ha jugado el lehendakari Patxi López, lo desconozco. Desde luego, en las conversaciones que yo he mantenido con Zapatero no ha estado presente.
P.- En resumen, que usted, como me dijo en otra entrevista, ha conseguido gobernar Euskadi desde la oposición…
R.- Cuando yo le dije que gobernaría Euskadi desde la oposición, pudo parecer pretencioso y arrogante, entendido de manera un tanto sesgada, pero yo lo decía con conocimiento de causa. Somos un partido de vocación de Gobierno, somos el grupo parlamentario más numeroso en el Parlamento vasco -frente a la debilidad del PSE, sometido a las condiciones que le impone una y otra vez el PP- y gobernamos otras instituciones que son importantes en el desarrollo de la política institucional vasca.
P.- Oiga, desde que le ha dado su apoyo, ¿ya no piensa como decía usted hasta hace nada que el presidente Zapatero está bajo mínimos políticos?
R.- Claro que Zapatero está bajo mínimos políticos, y la prueba de que él también es consciente de su debilidad es la remodelación del Gobierno.
P.- ¿Con esta remodelación es suficiente para dar la vuelta a la situación, o eso será imposible con cuatro millones y medio de parados?
R.- Es muy difícil, francamente difícil. No solamente con cuatro millones y medio de parados, sino con el techo electoral que tiene el PP, y la desafección del PSOE por parte de quienes le han podido votar en las anteriores elecciones. El cambio de Gobierno busca en el poco tiempo que tiene centrar bien la imagen del Gobierno español y fijar los retos que tiene por delante con una unificación de mensaje. Habrá que ver si tiene éxito y ver también si el PP cambia su estrategia de esperar y ver, teniendo en cuenta las elecciones catalanas y los resultados de los comicios municipales y forales.
P.- ¿A usted le chirría el enorme poder que se le ha dado a Rubalcaba, dada su vinculación con el felipismo y sus tácticas, que muchos cuestionan?
R.- A mí el nombramiento de Rubalcaba no me chirría ni por el pasado, ni por lo que pueda significar la concentración de poder en una persona. Lo que deja claro es que, en el PSOE, como también le ocurre al PP, están sufriendo una situación interna que no acaba de mirar hacia el futuro y desprenderse de cierto pasado.
P.- Vamos, que Rubalcaba es un animal político y puede ser el sucesor…
R.- A mí no me cabe ninguna duda de que es un animal político, pero no entro en cábalas sobre la sucesión. El PSOE sabrá lo que hace si no quiere mirar al futuro.
P.- ¿Usted cree que si gana Rajoy el PNV volverá a entrar en la Moncloa como Pedro por su casa, como hacía Arzalluz con Aznar?
R.- No sé si Arzalluz entraba en La Moncloa con Aznar como Pedro por su casa, pero con Rajoy, personalmente, yo sí me podría entender. Le tengo buena estima, otra cosa es el PP en su conjunto. El futuro de las relaciones PNV-PP no está escrito.
P.- Cambiando de tercio. ¿Ustedes están o no de acuerdo en que se hayan congelado las pensiones? Porque viendo su actitud en el Congreso no sabe uno qué pensar…
R.- Nosotros votamos en contra del plan de ajuste en el mes de mayo, porque entendíamos que el fondo y la forma de aquellas medidas no eran las que debían ser. Eso se aprobó en el Congreso de los Diputados y los Presupuestos Generales del Estado tienen que implementar aquellos planes de ajuste aprobados, por lo tanto no hay incoherencia en nuestra postura. Además, estoy convencido de que, si gobernara el Partido Popular en lugar del PSOE, se vería abocado a tomar las mismas medidas que ahora se pretenden, que son absolutamente necesaria en la situación de crisis que tiene que afrontar el conjunto del Estado español.
P.- Una curiosidad. ¿Cree que Zapatero sería capaz de admitir, como Obama, que le han dado una paliza y que es víctima del síndrome de La Moncloa?
R.- Zapatero cometió un error gravísimo cuando negó la existencia de la crisis y cuando, después de negarla, intentó disimularla. Yo espero que haya aprendido de sus errores. En cuanto al síndrome de la Moncloa, es posible que lo padezca, como lo han padecido todos. Otra cosa es que lo reconozca.
P.- Oiga, ¿la polémica del cambio de apellidos es una cortina de humo para que se hable de otras cosas o le parece interesante?
R.- No sé si estas cosas se sacan para desviar la atención de determinadas situaciones, pero es posible que efectivamente, sean una cortina de humo. Porque, de hecho, ya se puede proceder a la inversión del orden de los apellidos, al menos en Euskadi, con lo cual no sé a qué viene también este revuelo.
P.- ¿Qué opina sobre la visita del Papa a España y las críticas que se han hecho sobre los gastos ocasionados en tiempos de crisis?
R.- Yo soy católico y creo que hay otro tipo de gastos más superfluos que no el de la visita del Papa. Dicho esto, todos saben que yo no comparto el sesgo que en estos momentos tiene la jerarquía vaticana de la Iglesia católica. Creo en otro tipo de Iglesia.
P.- ¿Y le ha parecido bien que Zapatero no fuera a la misa cuando sí va al desayuno de oración o a rezar en una mezquita turca? ¿Es una forma de mostrar su laicismo o de hacer un feo a los católicos?
R.- Yo creo que Zapatero se equivoca y no debería llegar a esos extremos, cuando se mantiene una relación institucional con la propia Iglesia Católica como iglesia principal en el Estado español. Desde la opción ideológica o religiosa de cada uno, hay que entender también la inspiración cristiana que anidó en los albores, en los orígenes de la construcción de la UE, y el presidente debería entender lo que puede ser la religión mayoritaria hoy por hoy en España, y obrar en consecuencia.
Buena entrevista, pero urkullo va a los suyo, cuando ve al lobo se arrima donde no le pueda morder.
ResponderEliminar