domingo, 24 de octubre de 2010
Zapatero le confesó al ‘lehendakari’: “Patxi, o pacto con el PNV o vamos a elecciones anticipadas”
09:24 (24-10-2010)
El Comité Federal del PSOE “mima” al PSE. Los barones piden más peso. Vara se enteró del nombramiento de Iglesias por la SER. El presidente aclara: “Las elecciones son cuando tocan”. Zapatero teme que los comicios de mayo no vayan bien. Vara: “Lo de Marcelino me lo tuvo que contar Irago”.
Ignacio González Galán y M. L. Alonso. Madrid
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que ayer sacó pecho ante el Comité Federal del PSOE de los acuerdos presupuestarios y de estabilidad con el PNV y con Coalición Canaria y dijo que “las elecciones van a ser cuando tocan”, en concreto en marzo de 2012, se vio literalmente contra las cuerdas hace tan sólo tres semanas. El pasado 30 de septiembre, cuando telefoneó al lehendakari, Patxi López, a última hora de la noche para informarle de que el Gobierno estaba a punto de cerrar en horas un acuerdo presupuestario con el PNV, llegó a confesarle a López: “O pacto con el PNV o vamos a elecciones anticipadas”.
Fuentes socialistas vascas de toda solvencia han contado a LA GACETA que de esta manera “el presidente se excusó ante el lehendakari por firmar el pacto con el PNV”. El acuerdo entre el PSOE y los nacionalistas vascos supuso un golpe en la línea de flotación del Gobierno Vasco que hasta la fecha lo sustenta el Partido Socialista de Euskadi (PSE) con la ayuda del Partido Popular. López, que no fue informado hasta esa noche de las conversaciones previas que se habían mantenido, tuvo que aceptar sin más remedio que Zapatero se echase en brazos de los hombres que amenazan con echarle la Lehendakaritza tras haber roto, por primera vez, una racha de casi tres décadas de Gobiernos del PNV en el País Vasco.
Ayer, el presidente le vio la cara por primera vez al lehendakari tras la firma del polémica acuerdo. Fue en el Comité Federal del PSOE, donde López y todos los dirigentes del PSE, especialmente Rodolfo Ares, fueron recibidos entre aplausos y donde el presidente agradeció “la solidaridad de los socialistas vascos”, aunque sobre todo –a pesar del multimillonario pago que ha cerrado tanto con PNV como con CC– se extendió mucho más en loas a ambas fuerzas nacionalistas por haber realizado, a su juicio, “un esfuerzo de responsabilidad”.
El lehendakari, que recibió ayer la ovación más prolongada de todo el Comité, se marchó de Madrid algo cabizbajo, confesando: “Me han mimado” pero consciente de que su horizonte político en el País Vasco “no pinta bien”. Dentro de la reunión, el propio López aseguró que PSE ha aceptado porque está en “el proyecto común del PSOE”, dejando así entrever que el acuerdo destroza políticamente al PSE por mucho que el Gobierno Vasco quiera atribuirse ahora las inversiones que el PNV ha arrancado en Madrid.
Los barones piden
López, a pesar de todo, fue uno de los barones más tranquilos en el día de ayer. El castellano-manchego, José María Barreda, y el extremeño, Guillermo Fernández Vara, sí que elevaron el tono ante el informe del presidente que se centró, básicamente, en la explicación de los acuerdos presupuestarios y en la remodelación del Gobierno, acometida este mismo fin de semana.
El presidente de Castilla-La Mancha, al igual que su colega extremeño, pidió a Zapatero que “cuente más” con el Consejo Interterritorial que agrupa a la dirección del partido con todos los barones. Fue la manera de reclamar más papel en decisiones importantes del PSOE ahora que un barón, precisamente, como el aragonés Marcelino Iglesias, se ha hecho cargo de la Secretaría de Organización del partido en sustitución de Pajín. Iglesias fue elegido ayer por unanimidad y mañana lunes se estrenará al frente del aparato de Ferraz en la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE. Se mantendrá en la Presidencia del Gobierno aragonés hasta el mes de mayo y hasta entonces es consciente de que “tendrá el despacho en el AVE” entre Madrid y Zaragoza. Su intención, tras el estreno de mañana ante la prensa, que lo hará conjuntamente con Leire Pajín, será dar la cara cada semana para dar cuenta de los acuerdos en el seno del partido y no dejar esa labor en manos de otras personas de la dirección ya que, según fuentes socialistas, “eso tras los últimos movimientos en Ferraz podría desestabilizar aún más”. El nuevo secretario de Organización tiene la decisión firme de “aunar partido y Gobierno” y, para ello, está dispuesto a que “Ferraz sea la casa de los ministros”, según dijo.
La radio de Vara
Los cambios en el Ejecutivo centraron buena parte de la reunión de ayer del Comité Federal. En general todos los valoraron bien y Zapatero rechazó el “corte felipista” que se le da ahora a su Gabinete. El presidente aseguró: “Hubo más personas ligadas al felipismo en mi primer Gobierno que en este último”.
Sin cuestionar las nuevas incorporaciones al Ejecutivo, el presidente extremeño sí que mostró su malestar por las formas y maneras empleadas. Especialmente en lo que hace al nombramiento de Pajín como ministra de Sanidad y que ha implicado su salida de la Secretaría de Organización. Vara confesó en la reunión: “He tenido que enterarme de los cambios en el partido por Rodolfo Irago”, en referencia al director de informativos de la Cadena SER, la emisora a la que Ferraz filtró el nombramiento de Iglesias como número tres del PSOE. La queja –a puerta cerrada– sentó tan mal en el seno del partido que en Ferraz intentó incluso negar que se hubiese producido. Tanto Vara como Barreda se marcharon ayer del Comité con la impresión de que “todavía no se les tiene mucho en cuenta”.
El presidente trató de insuflar al partido ese animo renovado con el que él se siente tras pactar con PNV y Coalición Canaria y remodelar el Ejecutivo. En buena medida lo consiguió, sobre todo atacando a Mariano Rajoy “por ponerse de perfil y dejando claro que no tiene perfil político”, pero no fueron pocos los dirigentes socialistas –se dieron cita más de 200, aunque con ausencias destacadas como las de José Bono– que confesaron en voz baja: “Esto es amor de un día si la economía no remonta”. El presidente llegó a confesar que “las cosas igual no van muy bien” en las elecciones autonómicas y municipales de mayo pero esa lectura, según él, “no sirve para las generales”.
Haber como se come el marrón el amigo Patxi, y Basagoiti se estará cagando en algo...., o en alguien.
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