martes, 26 de octubre de 2010

Zapatero corta la vía Eguiguren de diálogo con ETA y pide al PSE que no estorbe



EL PRESIDENTE QUIERE QUE NADA INTERFIERA LAS DECISIONES QUE AL RESPECTO TOME RUBALCABA

@J.C.- 26/10/2010

Zapatero ha dado vía libre a Rubalcaba (Efe).

Todo el protagonismo para Alfredo Pérez Rubalcaba en la búsqueda de una solución final para el problema de ETA. El presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, ha pedido al Partido Socialista de Euskadi (PSE) que haga el menor ruido posible y no interfiera en las decisiones políticas y/o policiales que se adopten en la que se supone última etapa de la banda. “La consigna que Patxi López y Rodolfo Ares recibieron el sábado en Madrid fue la de no moverse ante las iniciativas que se tomen en Madrid como los movimientos que pueda hacer ETA”, aseguran a este diario fuentes cercanas al PSE. En definitiva, que el PSE se haga a un lado y no estorbe.

La decisión tiene una gran trascendencia porque supone taponar la “vía Eguiguren” de diálogo con ETA, que es la que tradicionalmente han utilizado los socialistas vascos para acercarse al problema. “La Moncloa, lo que es tanto como decir Zapatero y Rubalcaba, quiere que el PSE no toque nada, que no se mueva, que no interfiera en esta etapa del conflicto”. Tal es la principal conclusión de la reunión celebrada el sábado por la tarde en el despacho del presidente del Gobierno entre el propio Zapatero, Rubalcaba, Patxi López y Rodolfo Ares, reunión que el Gobierno filtró a la cadena SER el pasado domingo.

Zapatero, en efecto, invitó el sábado a almorzar en La Moncloa -a hora bastante tardía, por cierto, puesto que el Comité Federal terminó muy tarde- al vicepresidente primero Alfredo Pérez Rubalcaba -que permaneció el sábado en el recinto presidencial hasta bien entrada la noche, plenamente dedicado ya a sus “labores” ejecutivas-, al lehendakari vasco, Patxi López, y a su consejero de Interior, Rodolfo Ares, para hablar de política antiterrorista, aprovechando para ello que los dos últimos se hallaban en Madrid, donde todos habían tomado parte en la reunión del Comité Federal del PSOE que tuvo lugar por la mañana en la sede de Ferraz.

Aunque la explicación oficial dada del encuentro-almuerzo (“necesidad de seguir manteniendo la política de firmeza y de no realizar concesiones con el fin de acabar con ETA. Es la política a seguir y no hay razón para ningún cambio”) no se aparta un milímetro del libreto, la realidad de lo ocurrido es bien distinta y tiene que ver de lleno con la decisión de apartar al histórico go-between entre el partido socialista y ETA, Jesús Eguiguren Imaz, lo que equivale a decir al PSE, de la que se presume etapa final del conflicto, y ello para que no entorpezca las iniciativas que en tal sentido adopte el nuevo hombre fuerte del Ejecutivo, que se reserva para sí todo el protagonismo en ese sedicente final de ETA.

Fuera Eguiguren; campo libre para Rubalcaba

“Cortar la vía Eguiguren, que es la única que ha tenido el PSE para acercarse a ETA, equivale a dejar el camino expedito a Rubalcaba”, aseguran las fuentes. “Otra cosa es que el aludido, que tiene muchos amigos en el mundo de la izquierda abertzale y desde hace mucho tiempo, les vaya a hacer caso y se haga a un lado. En lo que a Patxi López respecta, no le quedará más remedio que convocar cuatro reuniones de contenido cero con los partidos vascos para cumplir el expediente, y a correr”.

Para las fuentes consultadas por este diario, La Moncloa se equivoca de plano al quitar el protagonismo al PSE, “porque si ETA da el paso al frente que se espera para antes de Navidad, con un nuevo comunicado donde venga a asumir las tesis de la vía política con abandono de la violencia que propugna el mundo de Batasuna, ese movimiento podría ser rentabilizado en Euskadi por el PSE antes que nadie, porque aquí es donde más se va a apreciar y valorar el final de la violencia. Por desgracia, Zapatero lo deja todo el manos de Rubalcaba y sus servicios policiales y de información, en lo que no es sino un nuevo plantón a los socialistas vascos”.

El interés ante ese eventual nuevo comunicado de ETA previo a la Navidad, en el que, tal y como informó este diario, debería aludir y aceptar esa nueva tregua “verificable y permanente” que le piden desde todas las instancias, incluidas las llamadas “internacionales” (caso del negociador Brian Currin), no deja de aumentar, como crecen en paralelo los movimientos que hará el nuevo Gobierno y su hombre fuerte, el ministro del Interior Madrid, para responder a ese gesto. “Algún regalito les tendrán que dar”, sostienen las fuentes, “en forma de abrir la mano para permitir que se cuelen en las instituciones algunas listas en algunos pueblos, con gente de la izquierda no muy quemada…”. Motivo, pues, de polémica en el horizonte con el Partido Popular.

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