Malika Mimoun: «El Gobierno de España ha consentido demasiadas cosas»

Entrevista

La frontera española de Melilla con Marruecos ha sido noticia en los últimos días por la tensión vivida entre los dos países

Malika Mimoun recibiendo el cariño de varios asistentes al acto de ayer. J. L. Jiménez

JOSÉ LUIS JIMÉNEZ. FUENGIROLA Hace unos días le tocó vivir momentos duros como profesional. Sin embargo, la tempestad siempre amaina y ahora sonríe porque dice sentirse «muy arropada por la sociedad». Malika Mimoun lleva ocho años como agente de la Policía Nacional y lo hace desde hace un tiempo a esta parte en Melilla, donde ha tenido que soportar junto con sus 500 compañeros los insultos y manifestaciones sexistas de unos pocos, que han provocado reacciones tan contundentes como las del Ayuntamiento de Fuengirola, cuya alcaldesa, Esperanza Oña, leyó ayer un comunicado institucional a favor de las que, como Malika, han pasado un verdadero calvario.

¿Cómo vivió aquellos días de tensión?
Con mucho malestar. Tanto mis compañeras como yo estábamos indignadas porque era humillante e injusto. Estábamos haciendo nuestro trabajo en unas condiciones muy tensas. Y eso no era nada bueno.
¿Cómo están las cosas ahora?
Mucho más tranquilas. Pero nunca se sabe. Lo único que deseamos es que no vuelvan a repetirse o, cuando menos, como en los días anteriores.
¿Había ocurrido algo parecido antes?
A este nivel, con insultos, injurias, pintadas y amenazas, desde luego que no. Pero es cierto que no es un puesto fácil y que a diario notas a veces cierto desprecio por parte de una minoría. Pero esto ha sido el colmo.
¿Cómo es trabajar en la frontera de Melilla?
De por sí, no es nada fácil. Es una frontera internacional por la que a diario pasan más de 30.000 personas y pretenden hacerlo, en ocasiones, de forma atropellada, por lo que hay que estar muy pendientes y en constante alerta. Entonces, si una minoría te falta el respeto de esa manera cuando sólo tratas de facilitar las cosas haciendo tu trabajo pues se hace, verdaderamente, insoportable.
Dice una minoría, pero lo cierto es que han sonado bastante.
Sí, es cierto. Tenemos muy claro que se trata de unos pocos y radicales. Para nada generalizados porque, además, en esos días, precisamente, recibimos el cariño y el apoyo de muchos ciudadanos marroquíes tanto de un lado como del otro de la frontera. Cosa que agradecemos muchísimo.
Ha trabajado en más sitios además de en Melilla ¿Es quizás el lugar más duro donde ha ejercido como policía?
Bueno, trabajé también en Madrid. Se trata de la capital y como tal tiene muchísima actividad y ocurren cosas muy desagradables. Pero si a lo que te refieres es si en Melilla he vivido los peores días como profesional, y me refiero únicamente a los recientes días ya pasados, te diré que sí. En mis ocho años de carrera no me había sentido tan mal.
¿Qué ha sido lo por de todo esto?
Lo peor es que pueda volver a repetirse y que se haya consentido por parte de algunas instituciones.
¿Habla del Gobierno? ¿Cree que no ha estado a la altura?
Sí, hablo del Gobierno. Pero no me corresponde entrar a valorar si lo ha hecho bien o mal. Sólo digo que ha consentido más cosas de la cuenta aunque en todo momento me he sentido arropada por la administración, así como por mis superiores, compañeros y el sindicato.
¿Cómo recibe el manifiesto del Ayuntamiento de Fuengirola?
Pues encantada. Lo hago además, en nombre de mis compañeras, quienes me trasladan la gratitud hacia su alcaldesa y los ciudadanos, de los que no he parado de recibir muestras de apoyo desde que llegué. Ha sido una acogida espectacular. Anima a seguir trabajando.