El asesino de Lluch pide ir a la cárcel con su novia para ser padre

CHEMA RODRÍGUEZ / Sevilla

García Jodrá, uno de los 'duros' de ETA, fue trasladado de Córdoba a Huelva por conflictivo / Alega que esto ha interrumpido el tratamiento de fertilidad con su pareja, también condenada por delitos de sangre

Fernando García Jodrá, conocido dentro de ETA por su alias, Txomin, y miembro del comando Barcelona que asesinó, entre otros, al ex ministro socialista Ernest Lluch, quiere tener descendencia. O ése, al menos, es el argumento que ha esgrimido para exigir en los tribunales el reagrupamiento con su pareja, la también etarra Nerea Bengoa, con la que se estaba sometiendo a un tratamiento de fertilidad en un hospital de Córdoba hasta que fue trasladado, por su conflictividad, a la cárcel de Huelva hace sólo unos meses.

Según ha podido saber EL MUNDO, Txomin ha presentado en el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Huelva un escrito en el que reclama su regreso a la prisión de Córdoba, donde permanece recluida su novia. De esta manera, dice que ambos podrán continuar con el tratamiento de fertilidad que iniciaron este mismo año en el hospital Reina Sofía de la ciudad andaluza.Sigue en página 8

García Jodrá reclama a la juez de Vigilancia Penitenciaria Rosario Guedea el reagrupamiento familiar y que pueda seguir el tratamiento, que consiste, en lo que a él se refiere, en inyecciones periódicas. Y esgrime su derecho a la paternidad para lograrlo.

La exigencia del asesino de Ernest Lluch -que cumple una condena de 70 años y que está considerado uno de los cabecillas del colectivo de presos etarras- está ahora en manos de la juez, pero ya ha conseguido mover algunos resortes en la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Así, según señalaron las fuentes consultadas, en el departamento que dirige Mercedes Gallizo ya se están planteando qué hacer ante la petición/exigencia de García Jodrá. Instituciones Penitenciarias se decanta abiertamente por acceder a los deseos de García Jodrá y reunirle de nuevo con su compañera sentimental. Lo que falta por decidir, según puntualizaron fuentes penitenciarias, es dónde.

Las opciones son trasladar a Nerea Bengoa hasta Huelva, devolver a Txomin a Córdoba o reunirles en una tercera prisión.

Se da la circunstancia de que Instituciones Penitenciarias ordenó el traslado del ex miembro del comando Barcelona a Huelva por los problemas que había causado en el penal cordobés. Txomin está considerado especialmente conflictivo y un representante de la línea más dura dentro del colectivo de presos de ETA.

De hecho, estas fuentes señalaron que, en los pocos meses que lleva en Huelva, ya se ha erigido en cabecilla del grupo de 16 presos que la banda etarra tiene en este centro penitenciario -el número más alto de la historia del penal-, como lo fue antes en Córdoba. Txomin es referencia obligada del grupo e interlocutor con la dirección de la organización.

Él es, señalaron estas fuentes, quien se encarga de trasladar las consignas de la banda a sus compañeros de presidio y quien se reúne con los abogados de la izquierda abertzale cada vez que acuden al penal onubense para comunicarse con cualquiera de los reclusos de la banda, que le «deben» obediencia y a los que representa.

En este cargo ha sustituido a otro histórico de la banda, Jorge García Sertucha -implicado en el intento de magnicidio contra el Rey en Palma de Mallorca-, que dirigió el colectivo de presos etarras en Huelva hasta su reciente marcha del centro.

Para lograr su propósito, García Jodrá cuenta con precedentes a su favor, circunstancia que influye en Instituciones Penitenciarias para mostrarse partidaria de su reagrupamiento. Uno muy claro es el de Elena Beloki, que llegó incluso a obtener de la Audiencia Nacional, en junio de 2008, la libertad bajo fianza para someterse a un tratamiento de fertilidad con su pareja, Juan María Olano.

Beloki fue condenada en diciembre de 2007 a 13 años de cárcel como responsable de Xaki, el aparato internacional de la banda terrorista. La Sección Tercera de la Audiencia decretó su ingreso en prisión preventiva, en espera de que el Tribunal Supremo revisase su sentencia.

Sólo unos meses después, la etarra pidió salir de la cárcel para someterse al tratamiento de fertilidad. El 30 de junio de 2008, la misma Sección Tercera de la Audiencia -aunque con otros magistrados- accedió a su petición y decretó su libertad bajo fianza de 6.000 euros y con la condición de que compareciera cada 15 días en el juzgado más próximo a su domicilio.

Ya entonces, la decisión causó una enorme polémica, en gran parte por la indignación de las asociaciones de víctimas del terrorismo.