Todo por la Patria

Generalmente no suelo dedicar mi tiempo libre a comentar todas las “descerebradas” ideas que, de un tiempo a esta parte, tanto abundan. Pero como en esta ocasión, no puedo y además, no quiero callarme, haré una pequeña reflexión, dirigida al autor intelectual de la idea y a toda la pléyade de necios, ignorantes y desmemoriados que la aplauden, la aprueban o tan siquiera dicen que la respetan, porque no todas las ideas son respetables, algunas no son respetables y algunas otras no son más que simples estupideces y esto, siendo benévolo en la calificación.
Si los veo, suelo leer los carteles, anuncios y señales informativas y, en la medida de lo posible, tener en cuenta sus indicaciones. A título de ejemplo, y si veo que el semáforo está en rojo, detengo mi vehículo, si me apercibo de una señal que me indica una calle peatonal, no circulo por esa calle, si observo en el frontispicio de un edificio el lema “Allah’u akbar”, si veo la entrada de una discoteca coronada por la bandera del “arco iris”, si observo un restaurante que anuncia “comida vegetariana” o me encuentro con un bar “asociativo” en cuya entrada figura la frase “Arrano Kultur Elkartea”, evidentemente, no entro, salvo en el último de los casos citados, ya sabéis, para detener, registrar o, en su caso, “precintar y clausurar”.
Supongo que cuando el “compañero” Antonio Gaspar, para más señas Secretario de la AUGC de Málaga, cursó la instancia para ingresar en el Cuerpo, vería el lema que figuraba en los cuarteles, el ahora tan denostado “Todo por la Patria”. Sigo suponiendo que ese mismo lema figuraría en las Academias de Úbeda o Baeza donde el citado realizaría, sin duda, su período de formación, que dicho sea de paso, parece ser que de poco le ha servido. Y, suponiendo por suponer, casi afirmaría sin temor a equivocarme que, en los distintos cuarteles donde el aspirante a líder sindical ¿prestó? sus servicios, también habría el mismo lema.
A pesar de ello, a pesar de lo reiterativo del “mensaje”, el “compañero” Antonio Gaspar no tuvo ningún impedimento moral ni de conciencia, no cambió de acera, no eligió otro “establecimiento”, simplemente pasó por el aro, agachó los cuernos (en sentido figurado, se entiende) y entró, entró en el nuestro. ¿Para qué, me pregunto yo, si tanto le repugnaba el lema?. La única explicación que se me ocurre es que tal vez la repugnancia sea sobrevenida y haya surgido de repente, al calor del “talante” y de la Memoria Histórica…
No sé, ni me interesa, la cuota de afiliación de la AUGC ni el número de socios, afiliados o militantes. Desconozco si la propuesta del “compañero” Antonio Gaspar es la de la AUGC o la ha hecho a título particular. Si conozco donde reside la soberanía y quienes son sus legítimos representantes y también conozco el nivel de representatividad de los sindicatos, me refiero a los “de verdad”. En la última huelga de funcionarios se ha visto, de manera palpable, el nivel de seguimiento y aceptación de algunas propuestas sindicales, efectuadas por sindicatos legítimos. Por aquello de la caridad cristiana de “enseñar al que no
sabe”, alguien debería explicárselo al “compañero” Antonio Gaspar para que no se atribuya representaciones que no ostenta.
Dicen que algunas de “nuestras” (mías no) asociaciones profesionales tienen un gabinete jurídico tipo “Colectivo de Abogados” que puede prestarnos asistencia letrada en caso de que la necesitemos y estemos asociados. Conozco el percal, todos lo conocemos, para que vamos a engañarnos. Mis cuotas no sufragarán los abogados de ningún presunto delincuente ni sufragarán inmorales recursos por pretendidas bajas médicas, sicológicas, acoso, inutilidades para el servicio, etc. También dicen que estos seudo sindicatos funcionan de un modo similar a algunas Compañías de Seguros y que en caso de una sanción que lleve aparejada la “suspensión de sueldo”, la asociación en cuestión te abona ese sueldo o al menos, un porcentaje del mismo. Al respecto, se me ocurre otra reflexión: La mafia siciliana, la camorra napolitana y hasta las “tríadas” chinas también ofrecen “protección” y yo me lo pensaría muy mucho antes de “darme de alta” en las mismas.
Conmigo que no cuenten. Forjé mi vocación militar y de Guardia Civil siendo niño, a la sombra y al amor de la bandera, en una modesta casa – cuartel de cualquier rincón de España, coronada, como no podía ser de otra manera, por el lema “Todo por la Patria”. Todos los años, a principios del mes de octubre, veía a mi padre, Guardia Civil “de los de antes”, en servicio de “Oficio y Cuartel” y “armado” con una brocha y un bote de “Titanlux”, repasar el viejo y ajado cartel para que el lema brillase en todo su esplendor el día doce, el día de la Hispanidad, el día de la “Pilarica”, el día de nuestra Patrona. Olvidarlo sería renegar de ello, renegar de mi padre y renegar de mi mismo.
Pero bueno, a lo que íbamos. Adjunto a la presente, os envío, en formato .jpg, copia de un fotomontaje con una frase del discurso que nuestro “comandante” Galindo pronunció el 18 de setiembre de 1995 con ocasión del acto de imposición de su fajín de General. En un marco digno y adecuado, bajo el retrato de Su Majestad el Rey, preside mi oficina, la oficina del Equipo de Socio-Político del SIGC de Guipúzcoa, y desde hace mucho tiempo, también tiene un lugar en mi hogar y en mi corazón. En él, nuestro General explica uno de los muchos significados que tiene el lema “Todo por la Patria”. Si queréis, podéis copiarlo, imprimirlo, enmarcarlo, difundirlo y si alguien conoce la dirección de correo del “compañero” Antonio Gaspar, hacérselo llegar. De hecho, muchos de los actuales miembros del SIGC, la mayoría de los cuales ni tan siquiera han conocido a nuestro General, me han pedido una copia, aunque bueno, tal vez se deba a que entre los mismos, a Dios gracias, creo que no figura ningún socio de la AUGC.
Y nada más. Un abrazo a todos.
En San Sebastián (España), donde tantos compañeros hicieron suyo el lema “Todo por la Patria”, a 25 de junio de 2010.
Fdo: Juan Manuel Álvarez Guerra, Cabo 1º de la Guardia Civil.
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