Gran despliegue en la calle de Alcalá de la capital tras una llamada de aviso que resultó ser una falsa alarma.- El vehículo no contenía ninguna carga explosiva
Madrid - 09/04/2010
La policía hizo estallar en torno a las tres de la madrugada de hoy una furgoneta sospechosa. En torno a la medianoche se recibió una llamada que alertaba de la colocación de un vehículo sospechoso en la calle de Alcalá de Madrid, enfrente de una de las instalaciones que la Fábrica Nacional de la Moneda y Timbre y el Banco de España tienen en Madrid. Se trataba de una furgoneta Renault Master.
Inmediatamente se activó el protocolo de emergencia antiterrorista para comprobar si se trataba o no de un coche bomba. Fueron movilizados miembros del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Municipal, así como técnicos en desactivación de explosivos, Tédax, que se desplegaron en la zona, en la calle de Alcalá, a la altura del número 526, y casi esquina con San Romualdo.
Todo resultó ser una falsa alarma. Una vez que los Tedax explosionaron la furgoneta, esta quedó con un boquete de medio metro de diámetro en la parte trasera, en el lateral izquierdo, que se podía observar desde las proximidades.
Las fuerzas de seguridad acordonaron toda la zona desde que se recibió la llamada de aviso. El área afectada abarcaba todas las calles aledañas a Alcalá. Los vecinos escucharon un gran estruendo, "como un trueno". Una vez comprobado que se trataba de una falsa alarma, sobre las 3.15, la policía levantó el cordón, aunque seguía controlando la zona donde estaba aparcada la furgoneta.
Pues nada, mejor que sea así.
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