miércoles, 16 de diciembre de 2009

SEÑORÍAS, QUITARÉ EL CRUCIFIJO


¡ SEÑORÍAS, QUITARÉ EL CRUCIFIJO !



Ilustrísimos Sre/as Diputado/as:



Soy profesor en centro público y me dirijo a sus
Ilustrísimas para comunicarle que procederé inmediatamente a la
retirada del crucifijo tanto en el aula como en mi despacho, no
esperaré a que me obligue la futura Ley de Libertad Religiosa que
prepara el Gobierno. ¡

¡¿Cómo hemos podido tardar tanto en darnos cuenta de
que estamos en un Estado aconfesional y ninguna religión tiene
carácter oficial?! ¡Debemos avergonzarnos del daño que hemos podido
causar por mantener ese símbolo tan insultante en nuestros espacios
públicos! ¡Y cuánta falta de respeto y de sensibilidad democrática
hacia los ciudadanos que no profesan tal religión!

Es imperdonable haber mantenido públicamente el
símbolo de ese personaje judío que mereció tal muerte por denunciar
la corrupción de los poderes políticos y religiosos de su época, por
oponerse a la opresión y abusos que los gobernantes imponían al
pueblo, por andar con prostitutas, ladrones e ilegales, que entregó su
vida hasta el sacrificio en cruz por andar defendiendo la libertad, la
dignidad y la igualdad de todos los seres humanos.

No tardaré ni un minuto más en retirar el crucifijo
por el que muchos millones de personas han entregado su vida. Retiraré
el crucifijo porque no quiero seguir siendo responsable de que los
alumnos y ciudadanos que lo vean descubran los valores de entrega,
radicalidad, esfuerzo, amor y solidaridad que expresa ese judío
colgado de la cruz, con los brazos abiertos en señal de acogida y
perdón. Quitaré el crucifijo, no sea que quien lo vea caiga en la
cuenta que hoy sigue habiendo muchos crucificados por las mismas
causas y a los que sí habría que retirarlos también de sus cruces.
Quitaré el crucifijo pues no quiero que mis alumnos piensen que
entregar la propia vida por los demás es el valor más sublime.

En su lugar, ilustrísimas señorías, he pensando poner
un preservativo, o un blister de píldoras del día después o una cureta
cruzada con un fórceps con el que se provoca la interrupción del
embarazo, cualquiera de ellos representaría perfectamente el valor
supremo de la libertad. Pero pensándolo mejor, no sería buena idea,
porque no todos lo entenderían y además no queda nada estético colocar
junto a la foto del Borbón un condón.

Por ello he decidido sustituir el crucifijo por una
Obra de Arte, de esas que nuestros artistas universales han producido
y que están expuestas en los Museos de todo el mundo para que sean
apreciadas por millones de ciudadanos. Una obra de arte no debe
escandalizar ni provocar ningún perjuicio en las convicciones íntimas
de quien la admira. He pensado en artistas como el genial Salvador
Dalí, paisano de los de ERC, o en Mariano Benlliure, paisano de la
Sra. Pajín, aunque me tienta poner a mis dos artistas favoritos, uno
extremeño, Zurbarán; y otro como yo, andaluz, el universal Velazquez.

Y sería de gran ayuda que me ayudasen a decidirme, les
envío mis preferencias en el archivo adjunto.

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