Detenido un policía por la venta fraudulenta de perros por internet
El agente, que fue escolta del alcalde, fue arrestado en Málaga junto a su pareja
R. Garrido / Málaga | Actualizado 12.12.2009 - 05:03Un policía local de Sevilla y su pareja, una mujer que reside en Málaga, fueron detenidos la semana pasada por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil por la venta fraudulenta de perros de diferentes razas por todo el país a través de internet. Sólo en un año vendieron más de 500 animales, la mayoría traídos desde Eslovaquia en una caravana propiedad de la arrestada, que usaba identidades falsas para no poder ser identificada ni localizada en el caso de una reclamación de los compradores.
A él se le acusa de los delitos de falsedad documental y estafa, mientras que ella además está implicada en un presunto delito de usurpación de estado civil. Los dos fueron puestos en libertad con cargos a la espera de que el juez los llame a declarar después de que el Seprona presentara la semana pasada las diligencias en el juzgado de guardia de Málaga.
M. C. O. P. y J. I. V. C., que hace unos años estuvo en la unidad de escoltas del alcalde de Sevilla, eran bien conocidos en el sector desde hace años, aunque no fue hasta marzo de 2009 cuando los agentes recibieron la primera pista sobre la actividad delictiva que ejercía esta pareja. La investigación comenzó con una denuncia hecha desde Tarragona.
El rastreo que los agentes del Seprona iniciaron a través de internet les llevó a encontrar numerosos anuncios sobre la venta de perros, todos ellos con distintos números de contacto. Tras varias denuncias más de ciudadanos que habían adquirido uno de estos animales y que poco después habían muerto de manera repentina, la Guardia Civil localizó el domicilio de la detenida que reside en la barriada malagueña del Puerto de la Torre.
Pero la pista definitiva sobre la venta irregular de perros fue la comprobación de los envíos que los dos arrestados habían realizado a través de una empresa de transporte urgente. Una vez analizada la documentación, se llegó a la conclusión de que el alto volumen de ventas no se correspondía con la venta de animales procedentes de camadas propias a la que los detenidos decían dedicarse. Los agentes del Seprona contactaron con más de 80 afectados de toda España que aseguraban que habían sido engañados por los vendedores, en unos casos por gastos veterinarios debido a la enfermedad del animal comprado, otras por muerte de animales poco después de su compra, envíos de documentación y cartillas con irregularidades.
A él se le acusa de los delitos de falsedad documental y estafa, mientras que ella además está implicada en un presunto delito de usurpación de estado civil. Los dos fueron puestos en libertad con cargos a la espera de que el juez los llame a declarar después de que el Seprona presentara la semana pasada las diligencias en el juzgado de guardia de Málaga.
M. C. O. P. y J. I. V. C., que hace unos años estuvo en la unidad de escoltas del alcalde de Sevilla, eran bien conocidos en el sector desde hace años, aunque no fue hasta marzo de 2009 cuando los agentes recibieron la primera pista sobre la actividad delictiva que ejercía esta pareja. La investigación comenzó con una denuncia hecha desde Tarragona.
El rastreo que los agentes del Seprona iniciaron a través de internet les llevó a encontrar numerosos anuncios sobre la venta de perros, todos ellos con distintos números de contacto. Tras varias denuncias más de ciudadanos que habían adquirido uno de estos animales y que poco después habían muerto de manera repentina, la Guardia Civil localizó el domicilio de la detenida que reside en la barriada malagueña del Puerto de la Torre.
Pero la pista definitiva sobre la venta irregular de perros fue la comprobación de los envíos que los dos arrestados habían realizado a través de una empresa de transporte urgente. Una vez analizada la documentación, se llegó a la conclusión de que el alto volumen de ventas no se correspondía con la venta de animales procedentes de camadas propias a la que los detenidos decían dedicarse. Los agentes del Seprona contactaron con más de 80 afectados de toda España que aseguraban que habían sido engañados por los vendedores, en unos casos por gastos veterinarios debido a la enfermedad del animal comprado, otras por muerte de animales poco después de su compra, envíos de documentación y cartillas con irregularidades.
Cuanto desaprensivo hay por el mundo, y como no era menos, en todos sitios cuezen habas, perdón digo cabrones.
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