Este sábado tendrá lugar la marcha a favor de los presos de ETA, gracias al permiso del juez Pedraz, con el apoyo de 8 futbolistas de la Real. El club calla pese a que el padre del presidente fue víctima de ETA. Silencio: actitud histórica de la Real Sociedad ante ETA.
La Real Sociedad sigue sin pronunciarse ante el hecho de que ocho de sus futbolistas apoyen la marcha a favor de los presos de ETA y la institución se mantiene en silencio pese a que en varias ocasiones personas cercanas al club han sido atacadas por la banda terrorista.
Tal y como informa ABC este sábado, el presidente realista Jokin Aperribay no ha condenado este suceso pese a que su padre fue víctima de ETA. En 1989, la banda terrorista asesinó a Gregorio Caño García, chófer de un conocido industrial guipuzcoano, Joaquín Aperribay, que era el verdadero objetivo.
Este empresario, que además era directivo de la Real Sociedad, tuvo que abandonar apresuradamente junto con su familia el País Vasco y en ese mismo año recibió otro paquete bomba. Sin embargo, su hijo y actual presidente del equipo de fútbol no ha condenado públicamente la actuación de sus futbolistas.
La Real Sociedad siempre se ha escudado en la frase "no nos metemos en política" para evitar condenar los atentados y asesinatos de ETA. No lo hizo ni cuando asesinaron a Antonio Santamaría, ex jugador de la Real Sociedad. Ni cuando acabaron con la vida de un gran seguidor del club como Gregorio Ordoñez o de un socio de toda la vida como Fernando Múgica.
El diario de Vocento asegura que la decisión de los futbolistas que firmaron el manifiesto ha causado "un gran malestar" en la junta directiva aunque a pesar de ello sigue callada. Igualmente, fuentes cercanas al presidente realista dicen que Aperribay se encuentra dolido y y que estaría dispuesto a dar la cara, algo que no quiere otros sector de la junta directiva, que prefiere que se haga la vista gorda.
Del mismo modo, ABC afirma también que el cabecilla de esta revuelta y el que dio a firmar el manifiesto durante el descanso del partido de la selección vasca el pasado 29 de diciembre fue el central de la Real Sociedad Mikel Labaka.
Al parecer los jugadores del Athletic y la mayoría de jugadores vascos se negaron a firmar lo que provocó un gran enfado en Labaka, que llegó a increparles: "me cago en la puta, así nunca seremos una nación". Futbolistas como David Zurutuza han reconocido que firmaron presionados mientras que otros como Mikel Aramburu, Eñaut Zubikarai o el propio Labaka son más habituales en este tipo de actuaciones.
De hecho, Labaka y Aramburu fueron algunos de los futbolistas que firmaron otro manifiesto de apoyo a los presos y en especial del sanguinario etarra Iñaki de Juana Chaos.
Estos privilegiados al parecer no tienen vergüenza, ya que a favor de las víctimas no se expresan, sin embargo para sus amigos, todo son parabienes.
ResponderEliminarEspero que sus conciencias les pasen factura.